En ocasiones compramos cosas originales de los países que visitamos en nuestros viajes como esmeraldas en Colombia, zafiros o rubíes en la India o diamantes en Amberes. También es muy común heredar alguna gema suelta y así no luce por lo que la mejor opción es montarla en una sortija, unos pendientes o un colgante para poder disfrutarla en toda su intensidad.

Si tienes, por ejemplo, una esmeralda suelta y deseas hacer una sortija con ella, lo primero que debes hacer es contactar con tu joyero de confianza y que su experiencia en la creación de joyas personalizadas os lleven al resultado más optimo de tus deseos. Nosotros te ayudaremos a seleccionar los diamantes que complementen tu esmeralda eligiendo el mejor tamaño, talla, pureza y color.

Una vez que hayas seleccionado los diamantes adecuados,podremos trabajar contigo para diseñar una sortija que se adapte a tus gustos y presupuesto. Podrás elegir entre diferentes tipos de oro, como el de color blanco, rosa o amarillo, y decidir qué tipo de engaste se utilizará para sujetar la esmeralda y los diamantes.

El proceso de creación de una sortija personalizada puede llevar varias semanas, dependiendo de la complejidad del diseño y la disponibilidad de las gemas que acompañen a tu esmeralda, pero al final, tendrás una joya única y preciosa que refleja tu estilo personal y tu amor por las gemas.

Aquellas joyas que hace muchos años compramos o nos regalaron con tanta ilusión, hoy han quedado desfasadas o anticuadas, más aún si las heredaste de tu madre o abuela. Es cierto que muchas de estas últimas son verdaderas obras de arte por el exquisito trabajo de joyero que presentan, por eso tenemos que diferenciar nuestras joyas entre viejas y antiguas.

 Las joyas antiguas son piezas irremplazables, comparables con cuadros antiquísimos de artistas de renombre, son piezas que hay que mimar y valorar por su antigüedad y hechura, no solo por el valor de sus materiales que también son importantes.

 Por otro lado hay joyas que han envejecido mal, que se han quedado anticuadas y que ya no utilizas, estas son piezas viejas. De estas últimas tenemos que tener en cuenta su valor residual, un valor económico que ha crecido mucho en los últimos 20 años. Si dejamos a un lado el diseño que se ha quedado desfasado, tenemos que ver si la joya es portadora de gemas importantes, diamantes de buen tamaño, talla, color y pureza, o cualquier otra gema que su valor sea alto la plaza joyera, así como el peso del oro de la pieza ya que su precio sigue subiendo en el mercado internacional.

Con estas joyas viejas recomendamos hacer dos cosas.

 La primera: Llevarlas a valorar a una casa de compra-venta de oro y gemas. Si no conoces ninguna puedes preguntarnos y te recomendaremos buenos profesionales que tasaran tus joyas a un precio muy exacto. En Jordán Joyeros no compramos joyas usadas, eso es una especialidad dentro de nuestro sector.

 Con lo que te paguen de estas joyas (te sorprenderás gratamente seguro) puedes reponer tu armario joyero con joyas actuales o dedicar el dinero recibido a cualquier necesidad o capricho que tengas.

 Muchas mujeres que no se ponen las joyas que heredaron (cadenitas, pulseras pesadas, medallas...) pero no quieren dejar de tener un recuerdo de las mujeres de la familia que les precedieron y que tanto amaban, están vendiendo esas piezas viejas y comprándose joyas actuales. Cuando se las llevan nos sonríen y nos dicen: "estos dormilones de diamantes van a ser el último regalo de mi madre o esta nueva sortija o colgante siempre me recordará a mi abuela". Y es que las joyas siempre cuentan bonitas historias.

 La segunda: Aprovechar los diamantes u otras gemas de joyas viejas es una buena solución para seguir dándole uso en lugar de que sigan cogiendo polvo en la caja fuerte.

 Cada vez más, en Jordán Joyeros, realizamos nuevos diseños con gemas antiguas del propio cliente. "Las joyas son para lucirlas, nunca deberían estar escondidas en cualquier cajón", nos dicen habitualmente.

Os contamos cuales son.

1. Corindones: Los más conocidos son los zafiros azules y los rubíes (siempre rojos) aunque existen zafiros amarillos, verdes, rosas e incoloros muy apreciados gemológicamente.

2. Berilos: La más conocida de la familia es la esmeralda, de color verde que es la reina de los berilos y que cuenta con una princesa de color azul claro llamada aguamarina. Las esmeraldas más apreciadas son las colombianas y sudafricanas, aunque las brasileñas siempre han competido a muy alto nivel. También existen berilos de colores más desconocidos como son la goshenita (incoloro), Heliodoro (amarillo) y la Morganita (rosa).

3. Turmalinas: Si tienes dudas al elegir tu color favorito, las turmalinas serán tus gemas preferidas. En esta variedad de piedras preciosas encontramos toda la gama del arcoíris. Desde el incoloro hasta el negro pasamos por el verde, la más valiosa, el azul en su variedad paraíba, muy apreciado, el rosa o el amarillo. Todas las mencionadas gemas son transparentes y de vivo cristal.

4. Tanzanita: Esta gema que debe su nombre al país donde nace, Tanzania, está posicionándose entre las piedras preciosas más deseadas por el público joyero. De un intenso color azul, parecido al del zafiro pero con carácter propio, es cada vez más demandado para diseños de joyas originales y personales. Su escasez las hacen muy apreciadas y deseadas.

5. Cuarzos: Este mineral, en su variedad incolora, es común en la corteza terrestre, pero los de calidad gema que poseen color se hacen desear por ser difíciles de encontrar. La amatista morada, el citrino amarillo, el cuarzo rosa, la calcedonia en sus variedades azul o brown, el ágata de variados y entreverados colores o el ónix negro son las piedras preciosas más usadas en joyería, aunque también encontramos otras como el jaspe, la cornalina, el Jacinto de Compostela, el cuarzo ahumado o el cuarzo lechoso.

1.  Solitario diamante: Usado principalmente como regalo de pedida de mano, es la pieza que todas las mujeres desean tener. Suele montarse, sin acompañamiento de otras gemas, engastando la gema con cuatro garras.

2. Dormilones diamantes: Dotados de sencillez y elegancia, estos pendientes son muy polifacéticos, porque sirven estupendamente para lucirlos en una fiesta, como puedes usarlos a diario en tu día a día con unos vaqueros.

3.  Riviere diamantes: Las pulseras que presentan una tira de diamantes en línea, de principio a fin envolviendo toda la muñeca, se denominan riviere o tennis. Esta última acepción toma su nombre de una tenista que jugó un Grand Slam, en los años 80, con la pieza en su muñeca y consiguió alzarse con el título, declarando al recoger el premio que la mencionada joya le había traído suerte.

4.  Alianza completa diamantes: Podríamos decir que este modelo de sortija es sinónimo de pulsera riviere pero para las manos. Es un aro de diamantes que rodea por arriba y por abajo la totalidad de la circunferencia del dedo que la soporta. Una variante que también gusta mucho es su forma sencilla de ciquillo o septillo, mostrando los diamantes solo en su parte superior.

5.  Pendientes de perlas australianas: La perla, desde tiempos inmemoriales, es equivalente a elegancia plena. Las australianas distan de sus hermanas en el tamaño siendo más grandes de diámetro que el resto de perlas cultivadas. Es también una joya muy funcional, fácil de combinar con cualquier vestuario debido a que su color blanco armoniza con todo.

Esperamos y deseamos que todos estéis bien de salud. Estamos sufriendo una terrible pandemia que está afectando a todo el planeta y ha cambiado nuestros hábitos y costumbres.

Para protegernos del virus y evitar su contagio tenemos que practicar sin descanso el DIMAMA, Distancia, Mascarilla, Manos. (Como bien recomienda el Dr. Javier Dols)

Hay muchas dudas al respecto de los productos que se usan para lavar y desinfectar las manos y si su uso recurrente es dañino para las joyas. La respuesta es clara y sencilla, un rotundo NO.

Ni los Jabones, ni el gel hidroalcohólico, ni el alcohol de 96 estropean el oro, ni los diamantes, incluso si se aplica directamente sobre ellos.

Si se trata de jabones es recomendable enjuagar con agua abundante la joya para que no se queden adheridos a la pieza al secarse, pero no le perjudicará por mucho que repitamos el lavado de manos.

El alcohol 96 tampoco le afectará a las joyas, ni a las gemas, ni a su brillo, ni a sus propiedades físicas o químicas, tan solo hay que tener cuidado con las perlas, porque van pegadas y no engastadas, pudiendo el alcohol reblandecer la cola de contacto y desprenderse de la pieza.

Los geles hidroalcohólicos tampoco perjudican a las joyas.  También hay que llevar cuidado con el pegado de las perlas como con el alcohol 96, pero ninguna preocupación más. Si hubiera un uso continuo y prolongado quedando restos del gel en los recovecos de las joyas, se solucionará enjuagando con abundante agua la joya, si está templada o caliente mejor,  se realizará la limpieza con mayor rapidez.

Cuidaos mucho, poneos buenos si habéis enfermado y nuestro más sincero apoyo y animo a quienes han perdido algún familiar por este terrible virus.