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Cuida tus joyas

Una vez entrado el otoño llegan épocas de fiestas, bodas, reuniones familiares y muy prontito la Navidad con sus cenas de empresa, fiestas de fin de año y decenas de eventos donde lucir tus joyas.

Vuelves a sacar tus joyas más especiales de sus cajitas y te das cuenta que ya no brillan como el primer día, que los diamantes están como empañados y no lucen como te gustaría, pero no te preocupes, eso es normal. Todo en esta vida necesita un mantenimiento, aunque sea pequeño, y te vamos a explicar cómo solucionarlo y dejarlas como nuevas.

Los joyeros cuando realizamos nuestras creaciones trabajamos las piezas tanto por fuera como por dentro. Lo que se ve y lo que no se ve. Por eso las joyas tienen batas, calados, y dibujos trabajados en el oro para dar un acabado más bonito y exquisito, pero a su vez, esto tiene una función práctica que es dotar a la joya de entradas de luz para permitir a las gemas brillas en su máximo esplendor.

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Los diamantes tienen muchas cualidades físicas y químicas entre las que podemos encontrar la adherencia a la grasa. La propia grasa que produce nuestro cuerpo unida a las cremas y aceites que usamos en nuestro cuidado corporal entablan una fuerte amistas con los diamantes y se juntan a él creando una película que oculta su brillo natural.

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Estás dos cosas son las que hacen que nuestras joyas no luzcan como debieran, y te contamos como solucionarlo.

 

Necesitaremos para limpiar nuestras joyas en casa:

 

-Agua caliente.

-Jabón neutro.

-Un cepillo suave.

-Alcohol.

-Algodones desmaquilladores.

-Un trapo suave de algodón.

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Llenaremos un recipiente con agua caliente, no hirviendo, y le añadiremos un poquito de jabón (puede ser el que usamos para las manos). Si lo haces cerca de un seno del baño acuérdate de ponerle el tapón a la pila, con el jabón puede resbalar la pieza y perderla por el desagüe.

Con cuidado cepillaremos la pieza (sortija, pendientes, pulseras...) desde el frontal de la pieza (parte superior) sin apretar en exceso, e iremos repasando toda la joya hasta sus laterales, donde están las batas (huecos de luz) donde se suele quedar más suciedad. Si cepillamos por la parte interior hay que hacerlo ligeramente, nunca presionando sobre la culata de las gemas porque podríamos hacerlas saltar de su engaste. El cepillo, si es fino, no rayará el oro, ni los diamantes. Si son zafiros, rubíes, turmalinas o cuarzos tampoco les hará mella. Pero si son perlas, corales o gemas de dureza muy baja es mejor no someterlas al cepillado. Las esmeraldas también son delicadas por lo que sería conveniente en estos casos acudir a tu joyero de confianza.

Una vez limpias las joyas se enjuagan con agua fría, se dejan escurrir y se depositan sobre los algodones desmaquilladores para aplicarles alcohol de forma directa. Esto último no es necesario siempre, pero si el agua que utilizamos tiene mucha cal la pieza se quedará blanquecina. Si esto ocurre el alcohol la arrastrará y secará más rápidamente las piezas. Para finalizar secaremos los restos de agua con el trapo de algodón.

Si el resultado no te convence y sigues viendo el oro amarillo como oscuro u oxidado, no podrás quitarlo con el método del cepillado. A esto, los joyeros, le llamamos "tomarse de color" y hace falta esmerilado para quitar rayas, pulido y limpieza. Si la pieza es de oro blanco y está muy desgastada por el uso, sobre todo los brazos de las sortijas o las pulseras, (los pendientes y colgantes no suelen ser rozados con nada que no sea nuestra propia piel) necesitará esmerilar, pulir y rodias de nuevo.

Este último mantenimiento podemos realizarlo en nuestra fábrica, así como la limpieza contada en nuestro primer apartado. Muchas veces la suciedad se adhiere tanto a la joya que el cepillado no lo soluciona y necesitaras de nuestra ayuda profesional.

 

No dudes en acudir a Jordán Joyeros para el mantenimiento de vuestras joyas.            


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Puesta a punto, revitaliza tus joyas.

Terminadas las vacaciones empezamos una nueva etapa del año donde el frio ira dejándose sentir poco a poco y nuestro vestuario y complementos evolucionaran hacia colores más sobrios y telas más cálidas. Las joyas son complementos atemporales, casi todas se pueden usar tanto en verano como en invierno, pero tienes que cuidarlas, limpiarlas de vez en cuando, mantenerlas como si fueran nuevas.

Si has sido capaz de aprovechar cada segundo de tu tiempo libre, además eres una enamorada de las joyas y nunca te desprendes de ellas aunque tu plan haya sido escalar el Himalaya es más que seguro que necesiten un repaso, una puesta a punto de tus anillos, pendientes pulseras y colgantes.

Te vamos a desvelar algunos trucos para que tus joyas estén siempre relucientes, pero si con ellos no lo consigues no dudes en acudir a tu joyero de confianza para que revitalice tus piezas más preciadas. Si no lo tienes cuenta con nosotros, en Jordán Joyeros tenemos todos los medios para dejar tus joyas como recién compradas.

Todo lo que vestimos sobre nuestro cuerpo hay que lavarlo después de usarlo. Las joyas no necesitan una limpieza casi diaria como ocurre con los textiles pero si que hay que evitar que el exceso de cremas y maquillajes se apropien del espacio que los joyeros dejamos para aportar luminosidad a las gemas y apaguen su brillo. Esto lo podéis hacer vosotras mismas en casa os explicamos cómo.

Necesitareis:

1)     Llenar un recipiente de agua caliente.

Os puede servir la pila del baño o un cacito que no sea metálico y el agua no es necesario que sea destilada, la potable sirve igualmente.

2)     Un cepillo de pelo fino.

Los de dientes son ideales para esto.

3)     Un jabón neutro.

El de manos sirve perfectamente.

4)     Alcohol y algodón.

Los algodones desmaquilladores son planos y van bien para esto.

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Llenad la pila de agua caliente (no hirviendo) con la precaución de no quitar el tapón hasta finalizar el proceso para no perder la pieza por el sumidero.

Sumergid la pieza en el agua y enjabonadla. Con el cepillo frotad las partes sucias y enjuagad constantemente.

Una vez limpia la pieza ponedla sobre el algodón desmaquillador y rociadla con el alcohol. Este proceso sirve para eliminar la cal del agua, muy común en la ciudad de Valencia, evitando que la pieza pueda quedar blanquecina.

 

El tipo de piezas que podéis limpiar en casa son: 

-         Joyas de oro en cualquiera de sus colores (amarillo, blanco y rosa)

-         Joyas con diamantes. Estas gemas son muy duras, es decir que nada las raya, pero a su vez son frágiles al tratarse de cristales y un golpe las puede fracturar.

-         Joyas con gemas de color. Casi todas las gemas de color podéis limpiarlas con este método evitando hacerlo intensamente en las de color verde, como las esmeraldas, pues pueden estar tratadas legalmente y perder color.

El tipo de piezas que no debéis limpiar en casa:

-         Joyas con perlas. El calor puede despegarlas de su base. Además, al tratarse de material orgánico y tener una dureza muy baja, puede rayarse con facilidad.

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Si el oro está rayado desistid del intento de limpiar la pieza. Debéis llevarla al taller de joyería para que realicemos el proceso de esmerilado, pulido y limpieza y en el caso de ser oro blanco rodiar de nuevo.

Si alguna parte de la joya está rota y hay que soldarla no la limpieis, traedla a la fabrica de joyería y la repararemos.

Siempre que dudéis si podéis limpiar la joya o no en casa es mejor no hacerlo. Confiad en el joyero que sabrá cual es la mejor manera de limpiar la joya.  

 

Quedamos a vuestra disposición para revitalizar las joyas que más queréis.  

Como cuidar tus joyas en verano

El verano es época de vacaciones, de tiempo libre, donde muchos de nosotros viajamos a destinos de playa donde debemos tener un cuidado extra con nuestras joyas.

En la playa tenemos que tener precaución con dos cosas:

 

1) El calor:

 

Según nos vamos acercando a épocas estivales las temperaturas aumentan desproporcionadamente llegando los termómetros a marcar cifras que rondan los 40º o más.

Esto provoca en el cuerpo humano una dilatación en los dedos llegando a aumentar hasta dos tallas, incluso tres, la medida de sortijas que se tenía en invierno.

Muchas personas no se quitan sus sortijas cuando van a la playa, esto puede ser un problema al contacto con la arena, como comentaremos más adelante. Las sortijas quedan más justas en los dedos en verano provocando sensación de seguridad pareciendo imposible perderlas. Pero cuando se meten en el mar, que está más frio, ocurre un cambio de temperatura en el cuerpo, haciéndola bajar, volviendo los dedos a su medida natural, la correcta, sin factores que la modifiquen. Al nadar y mover las manos los anillos salen con facilidad de los dedos facilitando su perdida inmediata con una casi imposible recuperación.






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2) La arena:

 

La arena de playa contiene micro granos de minerales entre los que encontramos cuarzo, feldespato y mica. Estos dos últimos tienen una dureza muy baja en la escala de Mohs lo que lo hace inofensivo, pero el primer mineral, el cuarzo, tiene una dureza de 7 en la mencionada escala.

 El problema que puede crearnos este mineral, como adelantábamos en apartado anterior, es que raya a otros minerales o gemas y sobre todo al oro. Si llevas tus sortijas a la playa y tocas continuamente la arena el oro perderá su pulido y tendrás que llevarlas al joyero para que le devuelva su brillo a tu vuelta de vacaciones.

Las gemas que nunca se rayan en la playa son los diamantes, los rubíes, los zafiros y las esmeraldas. Tampoco los topacios, pero las turmalinas y otros cuarzos pueden rozarse y provocar micro rayas en sus facetas. Corales, perlas, ópalos, jade, ámbar, Tanzania, peridotos, granates, ónice, cornalina, labradorita, lapislázuli, fluorita y malaquita se encuentran entre las gemas más conocidas y usadas en joyería y son a las que tenemos que prestarle un especial cuidado si las llevamos a la playa por su baja dureza y alta posibilidad en rayarse.

 

Esperamos que nuestros consejos les sirvan en esta época estival y les deseamos un muy feliz verano.



Diseñamos para ti

Hemos entrado en el siglo de la creatividad.

El pasado siglo XX fue el centenario de la oportunidad de estudiar, de adquirir conocimientos, donde todos, hombres y mujeres, tuvieron la suerte de formarse en la disciplina que eligieron para poder labrarse un futuro. Pero para poder diferenciarse de su competencia hay que añadir un plus, el de la creatividad.

Nuestra empresa nació en el siglo XX pero no deja de evolucionar y reinventarse. Pensamos que el diseño propio es ese punto de distinción que ofrecemos a nuestros clientes.

Como podéis ver en nuestra web Jordanjoyeros.com realizamos diseños de joyería concluyendo la pieza para que pueda ser adquirida por el cliente en el mismo momento. Esto se puede conocer comprobando el stock de la web, desde donde se puede comprar instantáneamente, on line.

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Pero si vives en Valencia, o cerca de nuestra ciudad de nacimiento, y tienes una pieza en mente que no encuentras te ofrecemos la opción de diseñarla en conjunto. Trabajar mano a mano con nuestros clientes nos encanta. El trabajo en equipo aporta ideas que de forma individual no surgen.

Así que ya sabes, sí quieres comprar alguno de nuestros diseños que aparecen en nuestra web puedes hacerlo on line o en nuestro taller.

Pero si prefieres un diseño único y exclusivo podemos realizarlo para ti y tu pieza de joyería será especial, porque contará la historia de su creación y nacimiento.

No dudes en ponerte en contacto con nosotros.


We are Jordán Joyeros

Hoy inauguramos nuestro Bolg contandoos la historia de nuestra empresa:

Antonio Jordán padre viene de una familia artesana del mundo de la joyería. Su madre se encargaba del pulido y del proceso final de las piezas. Su padre, engastador de profesión, empezó a hacer sus pinitos en la joyería realizando joyas de forma totalmente manual y distribuyéndolas a las tiendas.
Con 16 años, muchas ganas, fuerza y empuje, entró Antonio (padre) al taller familiar. Enseguida se dio cuenta de su amor por el precioso oficio de joyero y de las posibilidades que le ofrecía el mundo para diseñar esas joyas que se esbozaban en su cabeza.
Aprendió a trabajar en la astillera, definió su don natural para el dibujo y dio un giro a todo el proceso de fabricación. Amplió sus miras en el proceso de distribución y empezó a exponer en ferias internacionales (Milán, Basel) y a exportar sus diseños por toda Europa y América, incluyendo Canadá y Centroamérica.
Rondando la veintena de edad, ya era premiado en el ámbito del diseño de joyería en concursos internacionales en la categoría de “Alta joyería”, desde entonces los premios de diseño llenaron su currículum casi todos los años durante dos décadas, llegando a ser premiado con un Diamond International Awards en el año 2000.
En el año 1997 sus compañeros de profesión le concedieron el título de “Cavaller d’Argent” como reconocimiento a su labor en el mundo joyero.

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Sus dos hijos, Antonio y Pablo, crecieron en la fábrica de joyería, entre tablices, tasets, sopletes, tenazas y pilas de hojas con infinidad de diseños de joyas.
Con 5 años y de la mano de su padre disfrutaban en el taller, con una caja del revés a modo de tabliz (mesa de joyero) y un taburete, simulando a su padre, con la ayuda de carretes de hilo de hierro, un par de tenazas y un martillo, realizaban sortijas, collares y pulseras para regalar a su madre.
Al final de su niñez, principio de su adolescencia, ambos acudían, al salir del colegio, a la fábrica para ir aprendiendo el oficio. Uno se los diseños de Antonio, cuando contaba la edad de 13 años, gustó a su padre y le hizo realizarlo. Se trataba de una sortija para el dedo meñique cuajada de diamantes blancos en su cabeza, zigzagueando uno de sus brazos y descansando sobre el dorso de la mano con varios diamantes de colores. Encantó al jurado.
La pieza se presentó al concurso internacional de la feria de joyería de Valencia y fue premiada por unanimidad. Antonio fue calificado por la prensa como el diseñador de joyería más joven.
Al año siguiente, volvió a presentarse al concurso, con 14 años y volvió a ser premiado internacionalmente.
Ya con la mayoría de edad, a los 18 años, Antonio recibió el premio de diseño “Asociación de la prensa”, trofeo al que tiene especial cariño.
Ambos hermanos empezaron a trabajar al finalizar el colegio, mientras seguían acudiendo, por las tardes, a la universidad para sus estudios de gemología, especializándose en diamante. Incluso Antonio cursó estudios en la facultad de Bellas Artes en Valencia.
Luego, ya entre la veintena y la treintena, Antonio consiguió ser 4 veces finalista de los Diamond International Awards, los llamados Oscars de la joyería, que se celebran cada 2 años y concursan 25.000 diseñadores de todo el mundo, siendo seleccionados tan solo 100 finalistas. También Pablo ha sido premiado en su labor como diseñador, de hecho fue el único premiado en el concurso de diseño de la última feria de joyería de Valencia y su diseño representó a España en la feria internacional de Basilea.